La idea de construirnos nuestra propia casa nace en nuestros viajes en bicicleta, donde además de conocer a muchísimas personas, culturas y estilos de vida, conocimos a varios personajes que se construyeron su propia casa, con materiales de la zona, 100% a mano y sin tener conocimiento previo alguno.


Fuera de verlo como algo inalcanzable, lo tomamos como el claro ejemplo de “si ellos pueden, por qué nosotros no?” y así la idea fue creciendo.
Los dos tenemos un estilo de vida muy sencillo y queríamos que eso se viera reflejado en nuestro hogar. A partir de esa experiencia y con la intención de construirnos algo pequeño que sirviera de refugio cada vez que volvíamos de algún viaje, comenzamos a buscar métodos de construcción que se adaptaran a nuestra filosofía basada en las 3R: Reducir, Reusar, Reciclar. 

La primera elección fue el barro, hicimos cursos, leímos libros, nos informamos mucho pero cuando decidimos arrancar, un verano de mucha lluvia en Córdoba nos empujó a cambiar de sistema.
Nos enteramos que la industria automotriz de Córdoba traía mucha maquinaria y matricería en Pallets enormes que luego eran desechados, recuperados por empleados y revendidos.
Dado que esta idea cerraba con las 3R, decidimos cambiar todo nuestro plan a madera reutilizada y adaptamos el sistema de Wood Framing a estos enormes pallets.
Volvimos a leer libros, ver videos, informarnos… y en Marzo de 2015 arrancamos.
Usamos un total de 100 pallets de los cuales no solo aprovechamos la madera sino también los clavos que les sacábamos al desarmarlos.
Para la base usamos pilotes de madera que eran recortes de postes de luz. Las aberturas y los sanitarios son descartes de demoliciones y hallazgos en compraventas. Varios amigos también nos fueron regalando sobrantes de sus obras y cosas que fueron cambiado en sus propias casas. Todo se fue restaurando y reciclando.
El plano mutaba día a día según los materiales que conseguíamos.
Pusimos énfasis en la aislación, y junto a las chapas del techo y las placas de yeso, fue lo único que se compró nuevo.
Tardamos un año y tres meses desde que empezamos hasta que nos mudamos.


Nunca diríamos que la casa está terminada (en eso es igual a todas las otras, siempre hay algo que hacer)
La casa fue construida desde cero por nosotros dos, solos. Desde la base, hasta las conexiones eléctricas, el agua, piso, aberturas, paredes y techo. La experiencia fue dura e increíble a la vez. Aprendíamos todos los días, no solo las cuestiones prácticas de la construcción, sino a lidiar con la frustración, a seguir motivados, a complementarnos en las tareas, a aprender del error, a buscarle la vuelta… fue muy enriquecedor y lo sigue siendo!
El plan original era hacer una casita simple, que NO nos guste tanto, porque si nos gustaba demasiado, no nos íbamos a querer ir…

Por supuesto el plan salió mal… Porque nos enamoramos perdidamente de Casa Casera desde que clavamos el primer clavo.
Los viajes siguieron, pero, así como nos gusta irnos, ahora también nos encanta volver. Y así como creemos que todos somos capaces de viajar, todos somos capaces de construirnos nuestra propia casa. O al menos así era en la antigüedad, donde nadie era experto en nada y todos sabían un poco de todo.
Recomendamos siempre la experiencia de la autoconstrucción, ya sea una cucha para el perro, una casa del árbol, un mueble, un horno de barro y ¿por qué no una casa?